Inca Kola

Acabo de terminar de leer el libro "Corporación Lindley, Inca Kola" de Rolando Chumpitazi y Gustavo Rodríguez, de la colección Triunfadores Peruanos, publicado por El Comercio y la PUCP en el año 2010.

Cuando en cualquier parte del mundo se habla de Inca Kola, se identifica al Perú, pero no superficialmente sino de una manera profunda y es allí donde Inca Kola ha asumido un rol importante, seguramente por la tenacidad que los caracteriza, tenacidad que empezó desde que los Lindley iniciaron el sueño de fundar una empresa dedicada al producto de bebidas gaseosas. La corporación Lindley ha mejorado poco a poco sus productos, hasta tener un standard definido y complementado con la atención y servicio que para otras empresas resulta ser elementos mínimos, pero, esta corporación demuestra lo contrario.

La empresa ha sido orientada a la gente, desde los empleados hasta los clientes son parte fundamental del éxito. El bienestar de todos los que se relacionan directa o indirectamente con la corporación resulta valioso. Inca Kola es un producto de consumo masivo, es el líder en el mercado en donde se desarrolla y el margen de crecimiento es constante. La negociación con Coca Cola está ampliamente abarcado en el libro y narra la alianza estratégica entre la potencia en bebidas gaseosas en el mundo y la potencia en bebidas gaseosas en el Perú. Se comenta dentro de la obra que la compra fue un gesto de absoluta sumisión. Siendo el objetivo principal de esta negociación el consolidar y fortalecer el mercado.

Los slogans cumplieron un rol primordial en el publicidad de Inca Kola y revelan que la clave de su creatividad radica en los recuerdos de la niñez y esto logra simbolizar el producto, consecuencia de esta imaginación se logra relacionar la bebida con la comida, creando un ambiente diferente. No se sabe cuál es el ingrediente secreto de Inca Kola y en el libro tampoco es revelado, lo que promueven, como dicen los entrevistados, un vicio por la averiguación.

El slogan "Inca Kola, la bebida de sabor nacional" contribuyó a construir un aspecto de identidad nacional, aunque siendo su propia identidad (el del ingrediente secreto) un misterio.
Fue gracias a los medios de comunicación que Inca Kola se logró integrar a las familias y resultó siendo una costumbre familiar.