Cuando Mario Vargas Llosa fue nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad Novoa de Lisboa se refirió en su discurso a "la literatura como arma para combatir los demonios y males de la sociedad". Vargas Llosa mencionó que cuando alguien se dedica a ser escritor tiene un compromiso cívico que debe ejercer el espíritu crítico.
Ahora los autores de esta generación escriben para entretener pero él escribe con una función social. Vargas Llosa a través de sus producciones literarias ha manifestado su posición en contra de las dictaduras y los gobiernos autoritarios que buscan el control que no tienen. El nobel de literatura dijo durante su discurso: "la literatura es aparentemente inofensiva pero mientras que uno escribe debe mantener vivo el espíritu de insatisfacción".
Los autores de ahora deben darse cuenta que sus obras pueden ser importantes para la sociedad y si no hay un espíritu crítico puede ser "uno de los mayores peligros para la democracia" y dar carta blanca para la corrupción política que empieza por los partidos políticos y luego mudan sus mañas cuando están en el poder.
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