El Ministro del Interior Daniel Urresti está en ojo de la tormenta, debido a que se le acusa de haber cometido un crimen de lesa humanidad, tras la muerte hace 25 años del periodista Hugo Bustíos. Cuando el Presidente Ollanta Humala propone a Daniel Urresti la cartera del interior, él (según sus propias declaraciones) comenta al Presidente este incidente, del cual aún no queda libre, porque no se ha demostrado su inocencia, igualmente cabe resaltar que tampoco se ha demostrado su culpabilidad, sin embargo el Presidente no desiste de la idea y por lo contrario insiste en la propuesta.
La pregunta es ¿Por qué luego de 25 años se reabre el caso? La respuesta es sencilla, porque aún no se ha cerrado y debe seguir su curso hasta obtenerse una sentencia. El punto es que como Ministro no puede ser juzgado, es una facultad que él tiene mientras lidere la cartera del interior y no se trata de un "blindaje" del Presidente Humala como mencionan algunos, es absurdo. Por otra parte el Gobierno ha destacado el desempeño de Urresti en el Ministerio, pero, aún es muy pronto, de que vale liderar la intervención a "San Jacinto" y decomisar toneladas de autopartes robadas, si mañana reabren y todo sigue igual.
No veo la diferencia entre que el Ministro presencie la intervención o no, porque la consecuencia seguirá siendo la misma y los intervenidos volverán a vender autopartes robadas. Daniel Urresti debe ser juzgado, se debe conocer la verdad, pero su facultad de Ministro es un impedimento, por ello debe renunciar y el Gobierno debe colaborar en las investigaciones.
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