La televisión que todos reclaman pero que nadie ve

Imagen: Piura Virtual

Hay una necedad por parte de la población de preferir la televisión basura sobre los programas culturales. Sí, es cierto, debemos respetar la desigualdad de preferencias, es parte de la democracia y la libre elección, sin embargo, no se advierte de lo peligroso que es la televisión basura. El cerebro se acostumbra a realizar un trabajo mental mínimo y se interesa por la chismografía barata.

Lo malo es que no hay retorno, existen pocas posibilidades de volver a ver programas culturales porque la gente ya se acostumbró a la televisión basura. Es claro que la persona inteligente no dudará en cambiar de canal y evitar ver televisión basura, a eso debemos apuntar.

Recordemos que la televisión no es sinónimo de diversión, debemos tratar de aprender cosas nuevas y la televisión es un instrumento de aprendizaje. A inicios de este siglo habían programas culturales, pocos pero habían, hoy en día la categoría “cultura” ha desaparecido y se fue imponiendo la tendencia de saber qué respondió la vedette ante la infidelidad de su pelotero.

Pero como están las cosas, la realidad es que no estamos en una época de lectura. Nuestra sociedad lee cada vez menos y la televisión acapara toda la atención. La imagen reina soberana ante las demás plataformas de entretenimiento. Un famoso comunicólogo canadiense dijo (y con razón): «Será peor». Claro, ahora lo estamos viviendo, es peor. En estos tiempos son pocas las personas que se aferran a sus principios, no se dejan persuadir y por más que la mitad del país esté viendo chismografía barata no ceden ante la televisión basura.