lunes, 3 de junio de 2019

La adrenalina de ser oposición

«En los primeros minutos de entrevista, Nicolás Maduro parece cuerdo, pero no le duró mucho…»

La polémica entrevista de Jorge Ramos al dictador Nicolás Maduro -transmitida hace unos días en la cadena Univisión- dejó una serie de momentos dignos de analizar. Desde -aunque no lo crean- verdades que describe el usurpador sobre los últimos procesos electorales, hasta un manual periodístico que trata de imponer reiteradas veces a Jorge Ramos.
Al inicio del diálogo, Maduro indica: “ellos (la oposición) solo reconocen los resultados cuando hay victorias a favor y desconocen cuando nosotros ganamos”. Aunque cuesta admitirlo, es una verdad que debe cargar -como cruz- Juan Guaidó cada vez que se refiere a las elecciones en su país. No se puede reconocer la victoria de la oposición en el Parlamento bajo el mando de Nicolás Maduro, porque se trata de una estrategia planificada al detalle por la banda chavista.
A propósito de ello, la oposición venezolana exhortó -desde la muerte de Hugo Chávez- la llegada de observadores internacionales durante los comicios para corroborar el fraude que, en alguna oportunidad, terminó por beneficiar a los pilares de la libertad. No se puede aceptar un fraude por más que sea beneficioso, porque estarían cayendo en el juego sucio de la banda chavista. Es importante la visión crítica del asunto, porque el espíritu de la libertad termina por mancharse por las malas decisiones de sus líderes.
De igual manera, en los primeros minutos de entrevista, Nicolás Maduro parece cuerdo, pero no le duró mucho, ya que le dice a Jorge Ramos: “Tú vienes con una posición tomada y debes ser un poco más equilibrado. Tú eres un opositor de derecha que vive en Estados Unidos”. Como la mayoría de los hombres de poder, Maduro intenta imponer el ritmo de entrevista que desea, y piensa que señalar al periodista como “opositor”, motivará a que la entrevista sea equilibrada, pero es todo lo contrario. El rol del periodista -y no digo que todos lo hagan- es ser oposición, siempre, y sobre todo con los hombres de poder, es la adrenalina que nos motiva todos los días.
“No juegas limpio como periodista, tú creas afirmaciones y acusaciones (respecto al número de muertos y presos políticos en Venezuela). Si fueras venezolano tendrías que enfrentarte a la justicia porque haces afirmaciones falsas de casos juzgados”, fue otras de las declaraciones de Maduro que, por lo visto, desconoce que el periodista que cita sus fuentes -como lo hizo Jorge Ramos- está protegido por un sinfín de acuerdos internacionales. Tratar de intimidarlo con la posibilidad de un juicio en Venezuela es una clara amenaza y un atentado contra la función periodística. Sin embargo, como es costumbre para Maduro, decide repetirlo descaradamente a fin de amedrentar a todos los comunicadores que pisan su país.  
Finalmente, Nicolás Maduro dice la frase que lo pinta de cuerpo entero como dictador: “Tú te llevas tu basurita compadre (la lista de prisioneros políticos en Venezuela), agarra tu basurita Jorge Ramos. Vienes a provocarme, te vas a tragar con una Coca-Cola tu provocación”. Sin duda, estas palabras de Maduro perdurarán, y por más que haya registro que es una persona incompetente para gobernar, este último registro ratifica que es un matón y un hombre nocivo para Venezuela. Pero cuando pase el calvario, tres millones de exiliados retornarán para festejar la salida del dictador.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario