lunes, 21 de octubre de 2013

One more time, Hillary Clinton?


Estados Unidos está cansado de las opciones políticas limitadas y de las dinastías. Una segunda presidencia de un miembro de la familia Clinton podría terminar en 28 años del control Clinton-Bush. Ahora, más que son una nación que desesperadamente necesita renovarse con aquello que sea esperanzador y visionario. Desafortunadamente, hay muchos aspectos predecibles en una segunda candidatura de los Clinton.

Nadie necesita una máquina del tiempo para ver hacia el futuro y observar un video granulado en los anuncios de ataques en la televisión, donde una voz en barítono habla acerca de Benghazi, o comentarios acerca de cómo su esposo se hizo rico al acumular un valor neto de 55 millones de dólares desde que dejó el cargo.

"¿No ha sido ya suficiente para los Clinton?", preguntaría la voz. "¿Y no se encuentra Estados Unidos ya cansado de los Clinton?"

A pesar de que los logros de Clinton como secretaria de estado son importantes, incluyendo los esfuerzos diplomáticos que evitaron una guerra entre Israel y los Hamás, probablemente se verá forzada a soportar ataques durante su campaña, que la acusarán de defectos en su carácter por haber perdonado las indiscreciones de su esposo, lo que significa que los votantes probablemente tendrán que soportar por lo menos algunos recuerdos dolorosos.

Sin embargo, ésta no es una recomendación para alejarse de una pelea. Clinton ha probado que sus nudillos políticos se han fortalecido, y que es hábil para hacer a un lado las acusaciones absurdas por parte de sus oponentes. En lugar de dirigir y ganar una campaña agresiva, podría haber una tarea más honorable para la anterior secretaria de estado.

Siempre existe un momento adecuado para salir del escenario, y el no reconocer ese momento oportuno puede llevar a una decadencia de la imagen que, a largo plazo, empaña los logros de una persona en lo mejor de su trabajo.

Hillary Clinton puede salir de escena con gracia. Sí, tiene todo el derecho de postularse para el cargo de la presidencia, y está sumamente capacitada para desempeñarlo. Sin embargo, eso no significa que sea la persona más adecuada en este momento de la historia de Estados Unidos.

No hay nada inexorable acerca de la candidatura presidencial de cualquier persona, sin importar qué tan vehementemente se discuta por parte de quienes apoyan a Clinton. Las presuntas candidaturas, que inicialmente parecen ser opciones lógicas como consecuencia de la devoción y una política firme, a menudo llevan al fracaso. La presentación de las candidaturas de Dole, McCain y Romney, supuestos candidatos con ideas políticas desconectadas generacionalmente, han desgarrado el poder del Partido Republicano posiblemente por varias décadas.

Postularse para presidente porque es algo que se espera, y parece ser la decisión más obvia, claramente no es la motivación correcta.

El servicio que Clinton ha hecho a su país ha trascendido incluso los sueños esperanzadores que compartió con su esposo en su juventud. Más allá de su tiempo en el gobierno como senadora de Estados Unidos, como secretaria de estado y como consejera de Bill durante su presidencia, la fundación que lleva su nombre, la cual dirige con su esposo e hija, está teniendo un impacto profundo, tanto en este país como mundialmente, facilitando educación, atención de salud y programas de nutrición. Esta organización no lucrativa necesita de su dirección e iniciativa.
Estados Unidos, sin embargo, está listo para opciones diferentes que representen a una nueva generación en la presidencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario