lunes, 9 de diciembre de 2013

El Ingreso


Le quedaba poco tiempo. Sólo tenia el estudio de dos años de Inglés en su cabeza. Sabía que era un reto, a  medias, pero un reto. Tres meses y ya, sólo eso, la pregunta era: ¿Es suficiente? Él no lo creía pero se lanzó, no pasaron ni tres semanas de su retorno y agarró libros. Se matriculó en una Academia, sólo necesitaba la base, sólo eso. Llegaba y otra vez libros. Matemática no era para nada su curso preferido, tal vez en realidad ese era el reto, pero para él era todo, no solo un curso, era enfrentarse con todos los cursos, cursos que desde hace dos años fue olvidando, temas que al leer le traían recuerdos, recuerdos de sus profesores, su aula, sus amigos. Se veía, había pasado el tiempo.

Llegó el día de la entrevista, en terno como la secretaria de la universidad se lo dijo, llegó a tiempo, el entrevistador lo hizo pasar al salón, le mostró una hoja de calificación, el pensó: ¿Me van a calificar una entrevista? Es absurdo. Las preguntas fueron en escala ascendente, desde ¿Cuál es tu nombre? hasta ¿Cuánto calzas? A lo último el dijo 40, a secas, él le preguntó: ¿40 que?, y hubo un silencio intrigante, es demás afirmar que no sabía la respuesta. Es que muy pocos lo saben, son 40 puntos cada punto mide 7 mm, se lo respondió sonriendo.

El entrevistador lo felicitó, y sólo le deseo suerte para su examen, pero antes de eso le confesó que no era el entrevistador, era el profesor de matemáticas de la universidad, el entrevistador no había llegado, pidió el día libre. Se sintió aliviado, regresó al auto tranquilo, y se puso a pensar, sólo me queda un mes. A las semanas terminó la Academia, ¿y ahora que? pensó, aun me faltan matemáticas, y recordó a un profesor que lo preparó para su examen de ultimo año. Lo contactó, fue.

Al llegar a casa, sólo faltaba un día, agarró un libro de exámenes de admisión y lo resolvió satisfactoriamente, pero no se sentía confiado, no sabía con quienes iba a competir. Llegó el día, se levantó muy temprano a repasar, tomó un desayuno ligero y fue. Se sentó y empezó el nerviosismo, es que el veía a la gente muy confiada y eso le preocupaba. Pasaron las tres horas de examen, pero aun no estaba seguro. Le dijeron que en dos horas entre a la página web de la universidad que allí se publicarían los resultados. Pasaron las dos horas y lo primero que vio fue su nombre en primer lugar. Fue genial. Esta es mi historia.

2 comentarios:

  1. ¡Wwoww! ¿Es en serio? ¡Qué interesante relato!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si así fue, Gracias CVXN por visitar y comentar mi blog !
      Gracias !

      Borrar