Tal vez el mejor reconocimiento para Gabriel García Márquez sea leer sus obras. Pero estoy seguro que después de Cervantes Saavedra, está él, es sin duda el máximo pilar literario de Latinoamérica. Los grandes escritores no son tales por lo que hacen sino por lo que dejan, un legado. Él decía que la inmortalidad no es vivir por siempre, sino, ser recordado por siempre, y es así, si él lo dice es así, es un genio de las letras. Falleció a los 87 años, un Colombiano que vivió enamorado de México, el lugar en donde residió los últimos 50 años.
Partió un jueves santo, un mes de abril, quizás este mes está destinado para los grandes, Cervantes, Shakespeare y ahora Gabo. Los ciudadanos del mundo, incluido Mancondo están de luto, porque estoy seguro que antes de partir al cielo, Gabo visitará Macondo. El recuerdo de Gabo vivirá mucho más que cien años. El autor se va pero la obra queda. Él decía que la vida no es todo lo que se vivió, sino, todo lo que se recuerda.
Él remarcaba que antes de ser escritor fue periodista, que es el mejor oficio del mundo y del cual generó la polémica al colocar en un dilema esta profesión, para él, el reportaje era un género literario, pero que más podía hacer si los propios periodistas se negaban a reconocerlo. Gabo quedará en la memoria de todos y su nombre perdurará. Extrañaremos mucho al padre del realismo mágico, iniciador del boom latinoamericano, el premio nobel, el narrador universal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario